“Hoy Brasil amaneció con olorcito a huelga general”, gritaba una mujer desde uno de los tantos camiones que acompañaban la movilización en San Pablo, que el miércoles reunió a más de 200 mil personas y fue la más grande en Brasil. Y es que las movilizaciones del 15 de marzo contra la reforma de las jubilaciones, en las que participaron alrededor de un millón de personas en todo el país, con paro en varios sectores, encabezado por los docentes, fue una especie de ensayo de huelga general contra el gobierno de Michel Temer. Las protestas empezaron bien temprano cuando 2 mil trabajadores del campo y la ciudad ocuparon el Ministerio de Hacienda en Brasilia. La popularidad de Temer se esfuma, y la propuesta de reforma de la caja jubilatoria consiguió lo que no había conseguido ni el propio proc...
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