Vestigios del Uruguay mirón - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Vestigios del Uruguay mirón

Un libro inusual da cuenta de buena parte de esa vida paralela, la del cine, que muchísimos montevideanos –más de 19 millones al año, en su momento mayor– llevaron en salas regadas por el centro y por los barrios, desde el comienzo del cine sonoro hasta el fin, tanto de las salas de barrio como de los grandes palacios dedicados al séptimo arte.

Primera comprobación: qué cantidad de cines hubo en esta bendita Montevideo (y por si no bastaran, hasta se llegó a proyectar películas en el mismo Estadio Centenario). Segunda comprobación: qué enorme cantidad de películas que nunca llegué –ni llegaré– a ver, y eso que vi tantas. Tercera comprobación: qué imponente trabajo tuvo que hacer Álvaro Sanjurjo Toucon, de rastreo y recopilación, y de complementación de datos, y de ordenar recuerdos y conocimientos propios y ajenos, para llegar a escribir y armar este libro. La memoria no es fácil de recuperar, pero por suerte algunos tuvieron la precaución de guardar sus huellas, aun en la forma de aquello que en su momento parecía, para la mayoría, destinada al canasto de la basura. Como los programas de cine, que se recibían de manos del acomod...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2077 Suscriptores
Con el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz

«El borrador del Ministerio de Justicia está terminado»

Edición 2077 Suscriptores
La deuda soberana y los límites de lo posible

Vivir de prestado

Edición 2077 Suscriptores
Los informes que buscan presentar el creciente rechazo a Israel en Uruguay como un «alza del antisemitismo»

El pastorcito mentiroso

Edición 2077 Suscriptores
Prohibidas las banderas palestinas en la cuadra de la Escuela Integral

La calle es libre si queremos pasarla