Un triunfo sorpresivo en las internas lo puso en boca de todos. Subido a una campaña de marketing exitosa, Luis Lacalle Pou fue a mitad del año el candidato de moda: era el más joven de todos; la creación más inteligente de la derecha uruguaya luego de Pedro Bordaberry. Por esos días caminaba el sendero que el candidato colorado dejó pavimentado: perfil gestor, desideologizado, hábil en las redes sociales, y con un lenguaje más cercano a la comunicación corporativa que a la política. Logró instalar “la positiva” como quien impone una marca. Hábilmente dejó en segundo plano a la vieja guardia herrerista, mientras se esforzó por liberarse de la antigua motosierra y la neoliberal década del 90.
El Frente Amplio, con un discurso sinuoso y lento para movilizarse, lo criticó en un principio por ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate