Hace veinte años que J K Rowlling dio inicio a la generación Potter, y desde entonces los niños crecieron leyendo las 3.991 páginas que suma la saga en su versión en español.
El principito, libro de cabecera de muchos de nosotros, en su edición estándar no supera las 90 páginas.
Alguien dirá que esto se debe a la brecha de género y al machismo, que obliga a una mujer a escribir 3.901 páginas más que un hombre para conseguir el mismo éxito editorial. Puede ser, pero también tiene que ver con que hoy se lee más que antes. El problema es que las redes sociales instalaron el fenómeno de la narrativa en 140 caracteres, entonces hay un déficit importante entre lo que se escribe y lo que se lee. Por eso nos pusimos a leer cosas que antes no nos interesaban, como la letra chica de los contratos, l...
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