La última senda - Semanario Brecha
Destacados Suscriptores

La última senda

Con el respaldo de la Marcha del Silencio y el decreto que formalizó el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia es posible que se dinamice la búsqueda de desaparecidos, la ubicación de archivos y el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad.

La gigantesca marcha del 20 respalda una nueva etapa en la lucha por la verdad y la justicia / Foto: Alejandro Arigón

En muchos campos de actividad, pero especialmente en el de los derechos humanos, hay quienes reiteran permanentemente una intención de insulto a la inteligencia del ciudadano común. En los últimos días han florecido ejemplos de argumentos chuecos: por un lado, el ex presidente Jorge Batlle, anclado en la Guerra Fría, sale a denostar el decreto que crea el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, acusando al presidente Tabaré Vázquez de “desviación del poder”, porque interpreta que el período de investigación de los delitos (1968-1985) implica calificar de “ilegal e ilegítimo” al gobierno de Jorge Pacheco Areco. Con el paraguas de la “legitimidad”, Batlle pretende ocultar la responsabilidad por delitos de lesa humanidad. Hubo delitos que ocurrieron en democracia, y eso no atenúa la gravedad ...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2077 Suscriptores
Con el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz

«El borrador del Ministerio de Justicia está terminado»

Edición 2077 Suscriptores
La deuda soberana y los límites de lo posible

Vivir de prestado

Edición 2077 Suscriptores
Los informes que buscan presentar el creciente rechazo a Israel en Uruguay como un «alza del antisemitismo»

El pastorcito mentiroso

Edición 2077 Suscriptores
Prohibidas las banderas palestinas en la cuadra de la Escuela Integral

La calle es libre si queremos pasarla